Escalabilidad o muerte

¿Qué es la escalabilidad? ¿Por qué se le está dando tanta importancia en el mundo de los negocios en los últimos años? Repasemos todo lo que trae consigo este concepto y las controversias que está generando.

¿Qué es un negocio escalable?

Últimamente no hago más que oír el término «escalable» como algo que debe ir de la mano cuando pensamos montar un negocio. ¿Qué es exactamente un negocio escalable?

Este término importado directamente del inglés hace referencia a la capacidad que tiene un sistema de manejar una cantidad creciente de trabajo sin invertir recursos al menos en la misma proporción. Te lo explico en cristiano con un ejemplo sencillo: Imagínate que vendes videocursos online que están alojados en tu plataforma. Tu creas ese curso una vez y lo pones a la venta. Desde ese momento no importa que te lo compren una o cien personas, pues los recursos que has invertido en un primer momento seguirán dando frutos sin mayor inversión. Bueno, si te vienen 100.000 personas a la vez igual te peta la web, pero la inversión para mejorar tu servidor será mínima comparada con la cantidad de beneficios que obtendrás de todo es flujo de personas.

En la era de los negocios donde cada vez compramos más productos y servicios digitales, parece que la escalabilidad está en el ojo del huracán a la hora de calificar una idea de negocio como buena o mala. ¿De verdad es tan necesario que un negocio sea escalable?

Negocios no escalables: ¿Por qué no?

Antes de la era digital pocos se planteaban el tema de la escalabilidad en los negocios, al menos al nivel terrenal de emprendedores de a pie como tú y como yo. Hoy en día detecto cierto menosprecio hacia cualquier idea de negocio que no presente escalabilidad. Si piensas en dar clases de matemáticas a alumnos seguro que alguien te sugerirá que grabes clases sobre ciertos temas y las ofrezcas en un membership site, ya que sino estarás perdiendo el tiempo.

Y así con cualquier idea. El mundo de los memberships parece que está pegando fuerte, y ya sabes que yo mismo estoy creando uno, así que tampoco es que tenga nada que decir en contra de sus bondades. Pero alguien tenía que venir a defender el negocio no escalable, al negocio de intercambiar tiempo por dinero, ya que le están cayendo palos por todos lados últimamente. ¿Por qué los negocios no escalables son también una buena opción? Veamos algunas reflexiones.

No todo es escalable: En primer lugar, siempre habrá tareas que no se van a poder escalar, y no tiene porque ser un gran problema. Si eres peluquero ya sabes de antemano que podrás atender a X personas en tu limitado tiempo, ¿tan malo es? Es que tengo la sensación de que cada vez se desprecian más este tipo de tareas por no ir de la mano de la tecnología ni de la productividad. ¡Hay vida más allá de la escalabilidad! Además, este tipo de negocios no escalables siguen y seguirán siendo necesarios. De hecho, percibo que cada vez hay menos profesionales de ciertas ramas de trabajos digamos “tradicionales”, y los pocos profesionales que quedan están realmente muy demandados. ¡Hay una gran oportunidad de negocio a investigar!

Me gusta lo que hago: Nos estamos olvidando de quizá uno de los puntos clave que existen a la hora de montar un negocio. Si realmente tienes un negocio en mente cuyo desempeño te apasione pero no es escalable, ¿dónde está el problema? Vale, puede que no te hagas rico de esta forma, al menos en dinero, pero, ¿qué hay de la pasión? Si estás desempeñando un trabajo en el que disfrutas cada momento como si fuera único, que nadie te quite de tu empeño en seguir adelante solo porque no sea escalable. No sustituyas tu felicidad por la escalabilidad.

La opción más sencilla para comenzar un negocio: El intercambio de tiempo por dinero suele ser la manera más sencilla de estrenarte en el mundo de los negocio. Al final se trata de intercambiar tus conocimientos o habilidades de una forma directa ante una o varias personas. Además, creo que es especialmente interesante para probarte a ti mismo como profesional y ver que te gusta y que no te gusta. Y ya no te digo todo lo que vas a aprender de cada cliente y la de ideas que vas a descubrir para, sí en el futuro, quieres hacer algo más escalable (que no tienes porqué, ya ha quedado claro, pero por si acaso).

No hay escalabilidad pero si crecimiento: Si atendemos a la definición de escalabilidad nos encontramos que para crecer con un negocio no escalable habrá que invertir recursos en una proporción que dependerá mucho del tipo de negocio. Pero vamos, crecer vas a poder crecer, aunque sea mediante dicha inversión. Si un peluquero quiere expandirse, puede comenzar contratando un segundo o tercer peluquero, ampliando sus instalaciones, abrir nuevos locales e incluso franquiciar su negocio. Está claro que no es escalable como tal, pero desde luego tu crecimiento no tiene porqué verse limitado.

No están tan limitados a la hora de incrementar beneficios: Uno de lo típicos ataques que sufren los negocios no escalables es su limitación en cuanto a ingresos. Como estás intercambiando tiempo por dinero pues evidentemente cada persona solo dispone de un número de horas limitadas cada día. Pero hay formas de poder incrementar tus beneficios a pesar de esa limitación. Si te especializas y te vas ganando un nombre en cierto campo, una subida de precios puede estar totalmente justificada, ya que serás visto como un experto en ese campo tan concreto y no estarás compitiendo contra el resto de profesionales generalistas.

Y hasta aquí esta pequeña reflexión sobre los negocios no escalables. En estos tiempos donde parece que si no haces algo escalable estás perdiendo el tiempo, me gustaría romper una lanza en favor de quién sienta que hay algo más que la productividad y el dinero en su negocio.

1 comentario en “Escalabilidad o muerte”

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